En un momento en el que el mercado gráfico se está inundando de prensas digitales; en el que parece que los impresores se vuelcan en complementar su parque de maquinaria convencional con la nueva tecnología, para dar respuestas a las nuevas necesidades de sus clientes; en el que la inercia general conduce de forma ineluctable hacia lo digital; en el que desde estas mismas páginas informamos “del salto al digital” de cientos de compañías de todos los tamaños; es en este momento cuando observamos con sorpresa, pero también con admiración, que una empresa etiquetas “nativa digital” como la riojana Etilisa, fabricante de etiquetas nacida bajo el paraguas de las prensas digitales HP Indigo, anda el camino hacia la innovación en sentido inverso, instalando una prensa semirrotativa offset Miyakoshi MLP13C, de la mano de OMC, su distribuidor exclusivo en España.
Fue en 2010 cuando esta empresa de Arnedo, fundada por Diego Castillo, actual gerente, empezó su tránsito en el complejo y competido mundo de la etiqueta autoadhesiva, con una gran particularidad: en una región de gran tradición vitivinícola como La Rioja, bien surtida de etiquetas por grandes y históricas compañías, todas ellas perfectamente equipadas y a la vanguardia en todas las tecnologías de impresión existentes, Etilisa nació enteramente digital, con un modelo y una visión asentados en la tecnología digital de HP Indigo, su partner de confianza. En su compañía, Etilisa ha crecido y se ha consolidado como uno de los principales proveedores de etiquetas de valor añadido de La Rioja, especialmente en el mundo del vino.
¿Qué lleva, pues, a una empresa joven, de trayectoria exitosa y con el digital por bandera, a dar el salto a lo “convencional”? “Manteniendo nuestra esencia y filosofía productiva al 100%, la tecnología offset es el complemento natural, y necesario, a nuestra estructura de taller actual y nos permite optar tanto por ampliar nuestra base de clientes como la posibilidad de ofrecer nuevos productos a los clientes actuales. Nuestro mercado principal, la etiqueta de vino, exige una muy alta calidad de impresión en producciones y/o tirajes medios y la tecnología offset nos permite dar respuesta a dichas exigencias”, introduce Diego Castillo.
Pero vayamos por partes. El génesis del proyecto de ampliar el parque de maquinaria hacia la tecnología convencional offset y que tanto nos ha llamado la atención se resume en estas palabras del gerente de Etilisa: “nuestro mundo es el vino, desde nuestros inicios. Las bodegas de la zona ya nos han probado, nos conocen y nos han dicho que les gusta nuestra calidad y nuestro servicio y que quieren más. ¿Por qué no podemos quedarnos con estos pedidos más grandes? Del argumento del ‘pruébanos, compártenos’, que es el que podemos ofrecer con la tecnología digital, queremos pasar al ‘danos el pedido completo’, por grande que sea. Y nuestra prensa digital es productiva y rápida, nos da calidad, servicio e inmediatez, algo muy valorado por nuestros clientes, pero tiene un límite. En este contexto”, continúa Castillo, “tenemos que seguir el camino para hacer un taller mucho más complementado y más equilibrado”.
De offset digital al offset semirrotativo
Una vez tomada la decisión, quedaba el tema de la elección del proveedor y la maquinaria que más se ajustaba a las necesidades de Etilisa. “Hemos contemplado hasta cinco marcas de semirrotativas offset en el mercado. La razón de más peso para elegir Miyakoshi es que su tecnología está muy introducida, contrastada y reconocida, nacional e internacionalmente, en el mercado de impresión de etiquetas de vino y, más concretamente, ya están trabajando en nuestra zona para dar servicio a las bodegas. En este sentido, por razones técnicas y comerciales, hemos optado por seguir en la línea de las máquinas y tecnologías ya conocidas en nuestro mercado natural. Además, si de HP hablamos de offset digital, Miyakoshi es referente en tecnología offset en el mercado de etiqueta de vino”. La elección final recayó en la prensa semirrotativa offset Miyakoshi MLP13C, representada en el mercado español por OMC, sae – Miyakoshi, “perfecta para la impresión de todo tipo de papeles y equipada con un cuerpo flexográfico para reforzar la calidad de los metalizados, además de cinco cuerpos offset”.
“Su configuración completa, con desbobinador, un flexo, cinco offset y rebobinador, encaja perfectamente con la mentalidad y visión de este fabricante de etiquetas”, explica David López, Miyakoshi Europe Sales Area Manager. “Esta semirrotativa puede producir a una velocidad máxima y constante de 250 ipm,independientemente de su longitud de repetición, hasta un máximo de 355,6 mm (71,1 m/m aproximadamente). Además, su sistema de control de tensión patentado, basado en dos rodillos servomotores en la unidad de desbobinado y dos en la unidad de rebobinado, asegura un registro preciso y un control de la tensión estable a máxima velocidad. La MLP es nuestro buque insignia y está teniendo una muy fuerte y positiva introducción tanto en el mercado nacional español como en Europa, con numerosas instalaciones en otros países como Francia, Italia, Portugal… Su gran productividad y fiabilidad son sus rasgos más característicos y mencionados por nuestros clientes”.
El offset semirrotativo tiene la ventaja de que “apenas necesita útiles y tienes una rotativa con formato variable, que es una ventaja enorme. Esto es Miyakoshi. En el sistema de impresión semirrotativo, cuando lo comparas con la flexo, nosotros cambiamos el formato casi como una digital; de hecho, no es necesario tocar la máquina, es todo automático y eso ayuda muchísimo”, aclara Rodríguez. “De hecho, es algo que hemos notado últimamente, trabajamos con grandes grupos que están empezando a apostar por esta tecnología no solo por la calidad, sino por los cambios de formato, más económicos que en flexografía. El semirrotativo siempre ha existido, pero muy limitado a etiquetas muy exclusivas, pero nuestra máquina permite llegar con esa misma calidad a producciones mucho mayores y con todo tipo de materiales”.
Ahora, el reto para Etilisa está en integrar y desarrollar el gran potencial del offset convencional. “No es un reto nuevo para nosotros. De hecho, cuando empezamos en el digital, hace ya 8 años, tuvimos que aprender a dominar dicha tecnología. Hoy estamos en ese mismo proceso con Miyakoshi, pero contamos con ocho años de experiencia, con un proyecto muy ilusionante y con la total colaboración y ayuda de OMC y Miyakoshi Europe, cuyos equipos están haciendo una extraordinaria labor, sin olvidar el gran compromiso, profesionalidad y saber hacer de todo el equipo Etilisa que me rodea y acompaña”, asegura el gerente de Etilisa. Como bien sabemos, la implicación del personal es indispensable en este tipo de instalaciones, máxime cuando se trata de la adopción de una nueva tecnología.
Para un proveedor de maquinaria de impresión, ¿cómo es el paso del digital al convencional? ¿Es difícil de digerir?En palabras de Enrique Rodríguez, Miyakoshi Europe Sales Manager, “según nuestra experiencia, depende sobre todo de la actitud y de la base que se tenga. Esto es fundamental. Lo habitual es que alguien con conocimientos de impresión analógica pase al digital y, si tiene una actitud de aprendizaje, ofrezca rendimiento relativamente rápido; pero para ello deben tener la mentalidad de que el digital no se parece a lo anterior. Y luego está la parte contraria, del digital al convencional, con la que hemos tenido alguna experiencia, pero la de Etilisa, sin duda, es la más radical; se parte de otro escalón. No obstante, el proceso debe ser el mismo: aprendizaje y actitud. No creo que manejar una máquina offset sea mucho más complejo, con todo lo que implica, que una digital. Al final, no es la máquina, es el proceso. Son dos caminos para hacer una etiqueta y cada uno tiene unos factores que hay que considerar para conseguirla. Etilisa tiene todo lo necesario para implementar y desarrollar la tecnología offset de forma eficiente. Aúna gran conocimiento y habilidades y eso cuenta, y mucho. Y luego viene la actitud. Conocimiento y habilidad, suman. Pero la actitud, no sólo suma; multiplica”.
En realidad, todo forma parte de una tendencia que observamos desde hace tiempo en los talleres de fabricantes de etiquetas de toda España: la convivencia de diferentes tecnologías de impresión. Ya queda lejos aquella idea que, en los primeros años del digital, penetró -erróneamente- en diversas capas del mercado: el digital sustituirá a la impresión convencional.“Son tecnologías complementarias, no excluyentes”, detalla Enrique Rodríguez. “Pueden coincidir en determinados puntos de corte, pero son totalmente complementarias. Y en el mundo de la etiqueta, más que en otros sectores de artes gráficas, se está viendo que la tendencia es a compatibilizar distintas tecnologías dentro de la misma empresa para ser capaces de dar respuesta a aquello que el cliente le demande en cada momento y que puede ser muy cambiante”.
Profundizar en el mundo del vino
Se abre, pues un nuevo horizonte para Etilisa. “Vamos a seguir varios pasos”, explica Diego Castillo.“Superado el aprendizaje, pues la máquina lleva instalada apenas unas semanas, y en una primera fase, con toda humildad, vamos a vender los primeros pedidos a nuestros clientes de toda la vida, que nos otorgan su máxima confianza, y una vez consolidada esta etapa, vamos a seguir profundizando en nuestro mercado, el vino, para captar pedidos de mayor volumen y abrirnos a otros mercados como Rueda, Ribera del Duero, Toro o Cigales. En estas denominaciones, a diferencia de La Rioja, donde cada bodega tiene varias referencias y variedades, suele haber solo un vino por bodega, como es el caso de Rueda principalmente, con lo cual las 25.000 etiquetas de vino joven de la bodega riojana en Rueda pueden ser 300.000. Y con la nueva semirrotativa offset, ahora podemos ir a Rueda”. Pero la visión de Etilisa es internacional y planea, en un futuro, lanzarse a la conquista de Burdeos. “En un mundo global, con una buena planificación y una estructura comercial que conozca el mercado, creo que tenemos un camino muy amplio por recorrer allá, cuando mostremos lo bien que hemos hecho las etiquetas en La Rioja. Estamos especializados en etiquetas de alta calidad y en Burdeos los productores tienen claro que venden excelencia, por lo que protegen mucho el valor añadido en su producto final”.
Después de un cambio de instalaciones en 2015 y reforzar y profesionalizar la empresa con la creación de nuevos departamentos, Etilisa (Arnedo, La Rioja) afronta ahora otro desafío, implementar e integrar todo el potencial del offset convencional desde su experiencia nativa 100% digital.
Dentro de la nave de 1.500 metros cuadrados, se ha cerrado un espacio de 600 metros para climatizar la zona de trabajo de la nueva Miyakoshi. El resto corresponde a almacén de materia prima y de producto terminado y expediciones. También se ha abierto una nueva oficina de planificación y calidad, “totalmente involucrada e integrada con la zona de producción, porque desde Etilisa entendemos que deben formar un único departamento, no estar separados”, explica Castillo, así como una nueva oficina para el CtP ligada al departamento de preimpresión.
Con una plantilla de 27 trabajadores, Etilisa ha basado sus crecimientos en la calidad de su servicio, “extremándolo siempre con el cliente nuevo, estando siempre a su lado en sus necesidades para poder servirle bien”, concluye Diego Castillo. “Quizás podríamos haber crecido más, pero hemos preferido ir un poco más despacio y así cimentar bien el proyecto”.