El fabricante de etiquetas Crobel cumplirá en octubre 20 años de actividad al servicio del mundo de la alimentación, el sector que ha sido la palanca de crecimiento de una empresa que cuenta en la actualidad con 42 empleados y 3.300 metros cuadrados de instalaciones y que desde hace dos años está apostando fuerte por la etiqueta para vinos, uno de los sueños de su fundador y director general desde que la compañía echara a andar.
“Nuestra intención es seguir siendo fuertes en la parte alimentaria”, nos aclara Carlos Corte-Real, “pero es cierto que desde hace un tiempo estamos intentando entrar el mercado vitivinícola, un sector que me gusta mucho puesto que desde niño he tenido la afición de coleccionar etiquetas de vinos”. De hecho, no es la primera tentativa: “ya lo intentamos en 2010, pero sufrimos un incendio en nuestras instalaciones cuando estábamos empezando a penetrar en el vino y nos vimos obligados a centrarnos en nuestro fuerte, la alimentación, para mantener nuestra posición”.
Tras años de consolidación, en 2018 se empezó de nuevo a pensar en enfocar una parte del negocio hacia la etiqueta para vinos y se inició una etapa de inversiones en maquinaria específica para este mercado que ha culminado recientemente con la incorporación de una semi rotativa offset UV Miyakoshi MLP13C. “No solo estamos desarrollando una línea de negocio, sino una pasión”, incide Carlos Corte-Real.
Y es que la industria de la etiqueta en general es muy local y responde siempre a las necesidades de los mercados más cercanos: el mundo del vino es, sin duda, uno de los más importantes en esa zona de Portugal, con los vinos de Oporto y en el área de Guimarâes y el Minho los cada vez más conocidos “vinhos verdes”, unos vinos exclusivos de Portugal que están llamando cada vez más la atención internacional. “Por lo tanto, estamos en una zona excepcional para extender nuestra línea de negocio de etiquetas para vinos”, recalca el director general.
La semi rotatitva offset UV Miyakoshi MLP13C para impresión de etiquetas, con un ancho de banda de 350mm y un desarrollo máximo de impresión de 406,4mm, “es capaz de producir a una velocidad máxima de 101 m/min, lo que la convierte en la máquina semi rotatitva offset UV más productiva del mercado de etiquetas”, nos explica David López, Miyakoshi Europe Sales Area Manager. “Además, puede imprimir a máxima velocidad de forma constante independientemente del desarrollo de impresión seleccionado”.
La Miyakoshi MLP13C de Crobel está configurada con 5 offset + flexo + troquel, totalmente automatizada (tinteros automáticos, lavado de batería automático, función cold-start, rodillos oscilantes refrigerados…), “haciendo de esta máquina una solución perfecta para la tirada corta/media y larga para los mercados del vino/cosmética/alimentación. Gracias a la gran calidad de impresión offset de la MLP, Crobel puede acceder al mercado de las etiquetas de vino de alta calidad con un gran valor añadido”, añade López.
La máquina fue instalada a principios de año y en el momento de la entrevista, realizada a principios de marzo, Carlos Corte-Real nos contaba que “todavía no estamos trabajando al 100% con ella, pero estamos plenamente convencidos de que nos va a permitir crecer en el área del vino. Al principio tuvimos alguna incidencia al carecer de personal especializado en offset, ya que siempre hemos estado especializados en flexografía y la adaptación no fue todo lo exitosa que esperábamos, pero con la ayuda de Miyakoshi Europa – OMC y la incorporación de personal especializado todo ha resultado mucho más fácil. Ahora estamos haciéndonos con la dinámica de la impresión offset y claramente ya estamos en el buen camino, no todavía a pleno rendimiento, como comentaba, pero la inversión está empezando a ofrecer buenos resultados. En breve estaremos totalmente complementados con el equipo”.
El servicio, en el centro de la estrategia
Para ello, la compañía lusa va a intensificar su apuesta por la internacionalización. De hecho, el mercado español, fundamentalmente el gallego, ya ocupa algo más del 20% del volumen de ventas de Crobel. “Contamos con un equipo comercial en Galicia y tenemos una fuerte presencia en las conservas de pescado algunos de los principales ‘players’ de este mercado son clientes nuestros. Y, además, en estos momentos empezamos a trabajar mucho en la zona de vinos albariño”, declara Carlos Corte-Real. “Nos gustaría mucho, obviamente, crecer a nivel europeo y ya que tenemos una consolidada presencia en España, nuestro siguiente paso sería llegar a Francia”, añade.
Pero, ¿cuál es el ADN de Crobel? ¿Qué les diferencia del resto de fabricantes de etiquetas portugueses? Carlos Corte-Real no expresa duda alguna: “Preocuparnos mucho por la excelencia del servicio. Aunque estamos magníficamente equipados para los sectores a los que nos dirigimos, no tenemos más valor en la maquinaria de la que disponemos, pues sabemos que nuestra competencia cuenta con las mejores tecnologías también. Por eso, nos esforzamos desde nuestros inicios para diferenciarnos en los tiempos de producción y de entrega y en el servicio de atención al cliente. Por ahí es por donde hemos conseguido penetrar en un mercado donde ya hay mucha competencia, ya sea la alimentación o ahora el vino”.
Pero es innegable que la tecnología puede suponer una diferencia real. Para un fabricante de etiquetas es fundamental estar a la última, sea cual sea la tecnología de impresión que utilice, sobre todo en el caso -como es el de Crobel- de buscar penetrar en nuevos mercados. El capítulo de inversiones, pues, cobra especial relevancia. Crobel ha realizado una inversión próxima al millón y medio de euros desde finales de 2018 hasta finales de 2019 con el fin de poder dar servicio al sector vitivinícola. “Si quieres crecer, debes invertir, no hay otro camino”, apunta el director general.
Finalizamos nuestro encuentro hablando del estado del mercado de la etiqueta autoadhesiva en Portugal y de la entonces creciente amenaza de la pandemia global. Según el director general de Crobel, “nuestro mercado ha crecido mucho en los últimos años y hay mucho optimismo ante las exportaciones de productos portugueses; sin duda es un ciclo muy positivo el que hemos vivido en los últimos años, con buenos datos de consumo interno y exportación, pero en este momento tenemos un serio problema con el Covid-19, no sabemos qué va a pasar y estamos detectando inquietud. Pero vamos a continuar trabajando, si cabe con más esfuerzo y optimismo que antes para que nos afecte lo menos posible y no desviarnos de nuestras estrategias. En nuestra mente está convertirnos en una de las compañías más importantes de Portugal y ser conocidos por nuestro trabajo de calidad y por el servicio que prestamos a nuestros clientes”.
Fuente: INFOPAC